Este es uno de los principales Insights de un estudio llevado a cabo por McKinsey & Company, donde entrevistaron a más de 15mil personas de los países latinoamericanos de habla hispana.
El reporte apunta a que este crecimiento en la banzarización de la población, que ya llega a una penetración del 73% de los latinoamericanos, fue posible en gran medida por la influencia del aislamiento y confinamiento por COVID-19, que trajo también un aumento en el número de opciones disponibles en el mercado para realizar pagos, en el también creciente mundo del comercio electrónico.
Uno de los puntos que más llaman la atención, es que el gran cambio en los hábitos de pago en Latinoamérica es observable en apenas dos años. En 2021, cuándo se realizó la primera parte del estudio, el 59% de los participantes seleccionó el dinero en efectivo como su medio de pago preferido, y para el 2023 este porcentaje cayó al 30%, dando paso a las tarjetas (débito + crédito), como el medio de pago preferido, con el 54%, y los pagos digitales llegando al 10% de preferencia.
Estos elementos dejan planteados temas clave en los cuales seguir avanzando, como:
- Si bien el efectivo ya no es el medio de pago preferido, muchas veces sigue siendo el único medio disponible, por los bajos niveles de acceso a tecnología que habilite a pequeños comercios para aceptar tarjetas y pagos digitales.
- La digitalización de las tarjetas es también una oportunidad interesante, pues podría derribar barreras asociadas al costo de aceptar pagos usando dispositivos intermediarios, como los datáfonos.
- Cada vez es más latente la necesidad de interoperabilidad entre cuentas bancarias, billeteras online y otros servicios fintech, tanto al interior de cada país, como a nivel del continente, para aumentar en nivel de intercambio comercial de la región.
Este estudio fue desarrollado por Felipe Cabrera, Nicolás Mizrahi Striebeck, Pablo Zabaleta y Jesus Moreno Sosa.
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